lunes, 7 de enero de 2019

Comentario parte III - El tío Petros y la conjetura de Goldbach

Quiero empezar comentando que me ha gustado la fábula de las uvas verdes porque lo que nos quiere dar a entender, que es una excusa para el fracaso, sucede en el día a día.

Me ha llamado mucho la atención lo de que la gente no soporta demasiada realidad, puede que en el fondo sea verdad, que el llegar a la verdad sea abrumador, siempre he oido y estoy de acuerdo con ello, que cuanto más ignorante es alguien, más feliz vive, pero también me planteo hasta que punto es buena la ignorancia.
 
También destacar la gran lección que se supone que ha aprendido el sobrino, que es la siguiente:
 
"Uno no debía ser despiadadamente sincero consigo mismo en lo referente a sus debilidades, admitidas con valor y escoger su camino en consecuencia."
 
Creo que por una parte tiene razón, ya que hay veces que por mucho esfuerzo y dedicación que pongas respecto algo, no de sus frutos completamente y eso te puede llevar a la desesperación.
 
Por último, decir que el final me ha parecido un poco agridulce, la locura del tío Petros me ha dejado con mal sabor de boca, pero a su vez ha tenido una muerte más o menos satisfactoria, pensando que había hecho lo que más deseaba en el mundo, que era resolver la conjetura de Goldbach y eso lo alivia un poco.

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